José Moreno es ese tipo de fotógrafo hecho a sí mismo, con mucho tesón, constancia, infinitas ganas de mejorar y de los que se empapan de muchos maestros. Como amigo lo he visto pasar de las dudas y miedos del inicio a la plenitud y confianza que dan los años y los premios recibidos. Ahora siempre que puedo lo aprendo, lo comparto, lo disfruto y lo admiro a partes iguales. Si él tuviera que elegir una fecha de estío, la noche del 24 de junio sería su preferida y como tal la ha convertido en fija en su calendario foto-veraniego. Hay quien se lleva una sombrilla siempre que va a la playa, una nevera cargada de cervezas, un balón para jugar o un cubito para recolectar conchas marinas. José no, él es más de colgarse su cámara al hombro, echar alguna batería extra y muchas ganas de disfrutar una cacería certera, pausada y sin sobresaltos. De esas salidas sanjuaneras hoy os trae una pequeña muestra. Estampas seleccionadas con esmero y mucho cariño, producto de una década ya de incursiones en la noche más mágica del año. Acercarse a sus fotos es sentir el calor de la hoguera en la piel, la humedad de la arena en los pies u oír gritos y risas de gente alegre. Mi deseo es que no deje de documentar y emocionarnos con su particular manera de ver la fiesta de San Juan y para ello lo escribo en un papel, lo doblo varias veces y lo tiro al fuego.

¡Feliz noche de San Juan! escrito por Rafa Galiano